La Comisión refuerza las indicaciones geográficas para mantener una elevada calidad y aumentar la protección

La Comisión Europea ha adoptado hoy una propuesta de revisión del régimen de indicaciones geográficas (IG) de vinos, bebidas espirituosas y productos agrarios. Las nuevas medidas deberían tener como resultado una mayor aceptación de las IG en toda la Unión en beneficio de la economía rural y lograr un mayor nivel de protección, especialmente en línea. Se trata de mantener los altos estándares y calidad de los alimentos de la UE y velar por que nuestro patrimonio cultural, gastronómico y local se conserve y certifique como auténtico dentro de la UE y en todo el mundo.

El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, ha declarado: «Las indicaciones geográficas representan la riqueza y la diversidad de nuestro patrimonio culinario europeo. Al proponer hoy un refuerzo y una mayor armonización de nuestro marco jurídico, pretendemos estimular la producción de productos tradicionales de calidad. Esto redundará en beneficio de la economía rural en toda la Unión y contribuirá a preservar las tradiciones locales y los recursos naturales. Además, mantendrá la reputación mundial de los productos agroalimentarios de la UE».

 

La Comisión propone las medidas siguientes para reforzar y mejorar el sistema actual de indicaciones geográficas.

  • Procedimiento de registro abreviado y simplificado: Se fusionarán las diferentes normas técnicas y de procedimiento en materia de indicaciones geográficas, de manera que habrá un único procedimiento de registro simplificado de IG para los solicitantes de la UE y de terceros países. Como esta armonización hará que sea más breve el plazo entre la presentación de la solicitud y el registro, se prevé que ello aumente el atractivo de los regímenes para los productores.
  • Mayor protección en línea: El nuevo marco aumentará la protección de las indicaciones geográficas en internet, sobre todo en lo que respecta a las ventas a través de plataformas en línea y la protección frente al registro y el uso de mala fe de IG en el sistema de nombres de dominio.
  • Mayor sostenibilidad: Como resultado directo de la Estrategia «De la granja a la Mesa», los productores podrán sacar partido de sus iniciativas en materia de sostenibilidad social, medioambiental o económica en sus pliegos de condiciones mediante el establecimiento de los requisitos correspondientes. Esto contribuirá a proteger mejor los recursos naturales y las economías rurales gracias a la defensa de las variedades vegetales y las razas animales locales, la preservación del paisaje de la zona de producción y la mejora del bienestar animal. Esto también podría resultar atractivo para los consumidores deseosos de reducir su impacto en el medio ambiente.
  • Capacitación de las agrupaciones de productores: Los Estados miembros deberán otorgar reconocimiento a las agrupaciones de productores de IG que lo soliciten. Las agrupaciones reconocidas estarán facultadas para gestionar, hacer cumplir y fomentar sus IG recurriendo, en particular, a las autoridades aduaneras y de lucha contra la falsificación en todos los Estados miembros.

La propuesta también prorroga el régimen de calidad de las especialidades tradicionales garantizadas y el uso del término «producto de montaña» como término de calidad facultativo.

Los Estados miembros seguirán siendo responsables del cumplimiento a escala a nivel nacional, mientras que la Comisión lo seguirá siendo en materia de registro, modificación y cancelación de todos los registros. La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (OPIUE) prestará apoyo técnico en el procedimiento de evaluación para contribuir a agilizar los trámites. La Comisión y la OPIUE llevan cuatro años cooperando en materia de indicaciones geográficas y, durante ese tiempo, la OPIUE ha contribuido a evaluar alrededor de 1 300 solicitudes de IG y creado GIview, una nueva base de datos de búsqueda de todos los nombres protegidos, vinculada al registro de indicaciones geográficas de la UE.

La propuesta de hoy es el resultado de un amplio proceso de consulta. En octubre de 2020, se publicó una evaluación inicial de impacto, seguida de una consulta pública entre el 15 de enero y el 9 de abril de 2021, así como de consultas específicas con los Estados miembros y las organizaciones pertinentes en este ámbito.

 

Contexto

 

Las indicaciones geográficas protegen frente a copias o fraudes los nombres de productos de regiones específicas, dotados de características, cualidades o reputación también específicas, y certifican que han sido elaborados con arreglo a normas estrictas en su región de origen.

Una evaluación publicada en diciembre de 2021 puso de manifiesto que la normativa existente es eficaz y aporta un claro valor añadido desde el punto de vista de la UE. Sin embargo, también indicó algunas limitaciones, tales como el escaso conocimiento y comprensión de las IG por parte de los consumidores en algunos Estados miembros, y el bajo grado de cumplimiento. También destacó la conveniencia de integrar en mayor medida la sostenibilidad medioambiental y el bienestar de los animales.

Como parte del sistema de propiedad intelectual de la UE, los nombres de los productos registrados como IG están protegidos jurídicamente contra la imitación, la usurpación y la evocación dentro de la UE y en los terceros países con los que la UE ha celebrado acuerdos específicos de protección. El Acta de Ginebra relativa a las indicaciones geográficas constituye un marco adicional de carácter multilateral en materia de protección.

Los nombres de los productos agroalimentarios y de los vinos están protegidos como denominaciones de origen protegidas (DOP) o indicaciones geográficas protegidas (IGP), y los de las de bebidas espirituosas, como indicaciones geográficas (IG). Entre las indicaciones geográficas famosas protegidas figuran, por ejemplo, Bayerisches Bier, Champagne, Irish Whiskey, Kalamata olives, Parmigiano Reggiano, Polish Vodka, Queso Manchego y Roquefort. La Unión Europea también protege las especialidades tradicionales garantizadas (ETG), que son los nombres de los productos agrícolas que destacan los aspectos tradicionales de un producto sin estar vinculados a una zona geográfica concreta. Ejemplos de ETG famosas son Bacalhau de Cura Tradicional Portuguesa, Amatriciana tradizionale, Hollandse maatjesharing y Kriek.

En marzo de 2022, estaban registrados 3 458 nombres: 1 624 de vinos, 1 576 de alimentos y productos alimenticios agrarios y 258 de bebidas espirituosas. El estudio más reciente sobre las indicaciones geográficas, publicado en 2020, puso de manifiesto que el valor de venta de un producto con denominación protegida es, por término medio, el doble que el de productos similares sin certificación. En este estudio se calculó el valor anual de las ventas de productos protegidos por indicaciones geográficas en 74 760 millones de euros al año, de los cuales más de una quinta parte correspondía a exportaciones fuera de la Unión Europea.

 

Más información

 

Propuesta de Reglamento de la Comisión sobre las indicaciones geográficas de la UE de vinos, bebidas espirituosas y productos agrícolas

Explicación de los regímenes de calidad

GIview

eAmbrosia: registro de indicaciones geográficas de la UE