El Pacto Verde Europeo establece cómo hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro en 2050

La Comisión Europea presentó ayer el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta para hacer que la economía de la UE sea sostenible transformando los retos en materia de clima y medio ambiente en oportunidades en todas las áreas de actuación y haciendo que la transición sea justa e integradora para todos.

 

La presidenta Ursula von der Leyen ha declarado lo siguiente: «El Pacto Verde Europeo es nuestra nueva estrategia de crecimiento, un crecimiento que aporta más de lo que consume.  Muestra cómo transformar nuestro modo de vivir y trabajar, de producir y consumir, para que vivamos de forma más sana y nuestras empresas sean innovadoras. Todos podemos participar en la transición y todos podemos aprovechar las oportunidades que brinda. Si somos los primeros en dar este paso y si lo hacemos con premura, contribuiremos a que nuestra economía sea líder mundial. Vamos a poner todo nuestro empeño en lograrlo, por el bien del planeta y de la vida que sustenta, por el patrimonio natural de Europa, por la biodiversidad, por nuestros bosques y por nuestros mares.  Si demostramos al resto del mundo cómo ser sostenible y competitivo, podemos convencer a otros países para que se nos unan».

 

El vicepresidente ejecutivo Frans Timmermans ha añadido lo siguiente: «Estamos en situación de emergencia climática y medioambiental. El Pacto Verde Europeo representa una oportunidad para mejorar la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos mediante la transformación de nuestro modelo económico. Nuestro plan define los medios para reducir las emisiones, restablecer la salud de nuestro medio ambiente, proteger a nuestra fauna silvestre, crear nuevas oportunidades económicas y mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos. La contribución de todos y cada uno de nosotros es importante; todos los países y sectores se verán afectados por esta transformación. Por otra parte, nuestra responsabilidad consiste en garantizar que esta transición sea solo eso, una transición, y que nadie se quede atrás en la ejecución del Pacto Verde Europeo».

 

El Pacto Verde Europeo incorpora una hoja de ruta con una serie de actuaciones para impulsar el uso eficiente de los recursos mediante el paso a una economía limpia y circular y detener el cambio climático, revertir la pérdida de biodiversidad y reducir la contaminación. Describe las inversiones necesarias y los instrumentos de financiación disponibles, y explica cómo garantizar una transición justa e integradora.

 

El Pacto Verde Europeo abarca todos los sectores de la economía, especialmente los del transporte, la energía, la agricultura, los edificios y las industrias, como las de la siderurgia, el cemento, las TIC, los textiles y los productos químicos.

 

Para transformar en legislación la ambición política de ser el primer continente climáticamente neutro en 2050, la Comisión presentará en un plazo de 100 días la primera «Ley del Clima Europea». Para materializar nuestra ambición en materia de clima y medio ambiente, la Comisión también presentará la Estrategia sobre Biodiversidad para 2030, la nueva Estrategia Industrial, el Plan de Acción de la Economía Circular, la Estrategia «de la granja a la mesa» de alimentación sostenible y propuestas para una Europa sin contaminación. Comenzarán de inmediato los trabajos para endurecer los objetivos de emisiones de Europa para 2030 y se fijará una senda realista hacia el objetivo de 2050.

 

La consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo exigirá una inversión significativa. Se calcula que cumplir los objetivos actuales en materia de clima y energía para 2030 requerirá 260 000 millones EUR de inversión anual adicional, lo que representa aproximadamente el 1,5 % del PIB de 2018. Para ello habrá que movilizar a los sectores público y privado. La Comisión presentará a principios de 2020 el Plan de Inversiones para una Europa Sostenible con el fin de contribuir a alcanzar las necesidades de inversión. Al menos el 25 % del presupuesto de la UE a largo plazo deberá dedicarse a la acción por el clima, y el Banco Europeo de Inversiones, que es el banco climático europeo, ofrecerá apoyo adicional. Para que el sector privado contribuya a financiar la transición ecológica, la Comisión presentará la Estrategia de Financiación Ecológica en 2020.

 

La lucha contra el cambio climático y la degradación del medio ambiente es un reto común, pero no todas las regiones y los Estados miembros parten de la misma situación.  El Mecanismo para una Transición Justa apoyará a las regiones que dependen en gran medida de actividades con un uso muy intensivo de carbono. Ayudará a los ciudadanos más vulnerables en la transición, facilitando el acceso a programas de reciclaje profesional y oportunidades de empleo en nuevos sectores económicos.

 

En marzo de 2020, la Comisión pondrá en marcha el «Pacto por el Clima» para dar voz y cometido a los ciudadanos en el diseño de nuevas acciones, la difusión de información, el comienzo de iniciativas de base y la presentación de soluciones que otros puedan repetir.

 

Los retos mundiales del cambio climático y la degradación del medio ambiente reclaman una respuesta mundial. La UE seguirá promoviendo sus objetivos y estándares medioambientales en las conferencias de las Naciones Unidas sobre biodiversidad y clima y reforzará su diplomacia verde. El G7, el G20, las conferencias internacionales y las relaciones bilaterales servirán para convencer a los demás para que redoblen sus esfuerzos. La UE también utilizará la política comercial para garantizar la sostenibilidad y establecerá asociaciones con los vecinos de los Balcanes y de África para ayudarlos en sus propias transiciones.

 

Próximas etapas

La Comisión solicita al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo que refrenden la ambiciosa visión de la Comisión para la economía y el medio ambiente futuros de Europa y que ayuden a hacerla realidad. La Comisión propondrá las medidas anunciadas en la hoja de ruta del Pacto Verde Europeo.

 

Contexto

El cambio climático y la degradación del medio ambiente representan una amenaza existencial para Europa y el mundo. Para superar este reto, Europa necesita una nueva estrategia de crecimiento que transforme la Unión en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, en la que no existan emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, en la que el crecimiento económico no dependa del uso de recursos y en la que no se desatienda a ningún ciudadano o región.

 

La Unión Europea ya cuenta con un historial sólido de reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero manteniendo el crecimiento económico. Entre 1990 y 2018, las emisiones bajaron un 23 %, mientras que el PIB de la Unión creció un 61 % en el mismo período. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Dada su vasta experiencia, la UE está a la vanguardia en la creación de una economía verde e integradora.

 

La Comunicación sobre el Pacto Verde fija la línea de actuación en los próximos meses y años. La labor que desarrollará la Comisión se guiará por las exigencias públicas de actuación y por los datos científicos de carácter incuestionable, contrastados de manera exhaustiva por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), el Panorama de los Recursos Globales (Global Resources Outlook) y los informes de estado y perspectivas de 2019 de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Nuestras propuestas se basarán en datos contrastados e irán avaladas por consultas de amplio calado.

 

Una mayoría abrumadora de los europeos considera que la protección del medio ambiente es importante (95 %). Casi 8 de cada 10 europeos (77 %) afirma que la protección del medio ambiente puede impulsar el crecimiento económico. Los resultados de la encuesta del Eurobarómetro relativa a las actitudes de los ciudadanos de la UE respecto al medio ambiente confirman el amplio respaldo público a la legislación medioambiental a nivel de la UE y a la financiación de la UE para actividades respetuosas con el medio ambiente.

 

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