Pesca ilegal: La UE retira la tarjeta amarilla a Taiwán como consecuencia de las reformas.

La UE reconoce las reformas implementadas por Taiwán durante los últimos tres años y medio para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR). La Comisión Europea ha decidido hoy retirar la tarjeta amarilla tras reconocer los progresos realizados por Taiwán con la importante mejora de su sistema jurídico y administrativo para combatir la pesca INDNR. 

 

Karmenu Vella, comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, ha señalado: «Acojo con satisfacción los considerables esfuerzos realizados por Taiwán para reformar su marco jurídico de pesca, aplicar nuevos instrumentos de control y mejorar la trazabilidad de los productos de la pesca marina. El diálogo de la UE con Taiwán ha mostrado una vez más que la cooperación internacional es un motor clave para una gestión más sana de los océanos».

 

La UE está comprometida con la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y coopera con otros países del mundo a tal fin. Tras la emisión de la tarjeta amarilla en octubre de 2015, la Comisión Europea, en nombre de la UE, y Taiwán han desarrollado durante tres años y medio una cooperación y un diálogo intensos.

 

Como resultado de esa cooperación, las autoridades taiwanesas cuentan ahora con una amplia gama de herramientas modernas y eficaces para luchar contra la pesca INDNR. Se trata de un importante paso adelante, dado que la flota de larga distancia de Taiwán es la segunda mayor del mundo y desempeña, por lo tanto, un papel central en la cadena de suministro internacional de productos de la pesca. Taiwán también ha reforzado las obligaciones impuestas a los operadores taiwaneses que poseen buques pesqueros con pabellón de terceros países.

 

Con el fin de seguir avanzando en esta dirección, la Comisión propondrá la creación de un grupo de trabajo dedicado a la pesca INDNR. Este foro permitirá a ambas partes mantener una estrecha cooperación en asuntos relacionados con la lucha contra la pesca INDNR, incluso a nivel multilateral, regional y subregional.

 

Además, la UE y Taiwán seguirán abordando las condiciones laborales en el sector pesquero en el marco de sus consultas en materia de derechos humanos.

 

Contexto

 

El valor global de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada se estima en 10 000-20 000 millones de euros anuales. Al año se capturan ilegalmente entre 11 y 26 millones de toneladas de peces, cifra que equivale por lo menos al 15 % de las capturas mundiales. La UE es el mayor importador mundial de productos procedentes de la pesca.

 

La lucha contra la pesca IDNDR es parte del compromiso de la UE con la garantía de un uso sostenible del mar y sus recursos en el marco de la política pesquera común. Asimismo, constituye un importante pilar de la estrategia de la UE para la gobernanza de los océanos, que tiene por objeto mejorar dicha gobernanza a escala internacional.

 

Las medidas de la Comisión se basan en el Reglamento IDNDR de la UE, que entró en vigor en 2010[1], y que establece que solo los productos procedentes de la pesca que hayan sido certificados como legales pueden acceder al mercado de la UE. El Reglamento también prevé mecanismos específicos de diálogo con los países que no están en condiciones de ofrecer dichas garantías o cumplir sus obligaciones como Estado de abanderamiento, portuario, costero y de mercado conforme al Derecho internacional. El principal objetivo de estos diálogos es subsanar las deficiencias existentes a través de un apoyo adecuado a los terceros países afectados. A menudo, de estos diálogos surgen nuevos socios comprometidos en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

 

Desde noviembre de 2012, la Comisión mantiene diálogos formales con veinticinco terceros países a los que ha advertido oficialmente de la necesidad de adoptar medidas eficaces para luchar contra la pesca INDNR (identificación previa o tarjeta amarilla). En la mayoría de los casos se han observado progresos significativos, por lo que la Comisión podría cerrar satisfactoriamente la fase de diálogo formal y darles una tarjeta verde. Hasta la fecha, tan solo unos pocos países han dejado de mostrar el compromiso necesario con las reformas. Como resultado, los productos procedentes de la pesca capturada por buques de esos países no pueden ser importados a la UE (identificación o tarjeta roja).